Los libreros dicen que hay dos clases de boludos, los que prestan los libros y aquellos que los devuelven.
Después de hacer un balance económico social he llegado a la conclusión que:
- Indefectiblemente al prestar un libro califico como boludo.
- Para que la ecuación de prestar un libro y que lo devuelvan cierre, tiene que haber dos boludos. No considero satisfactorio saber que soy un boludo que se relaciona con otro boludo.
- Si en la relación hay solo un boludo, me quedo sin el libro, ergo si lo quiero en mi biblioteca, lo tengo que comprar.
Por lo tanto, hace muchos años que decidí que no presto libros, los regalo.
De ese modo, no me decepciono pensando que mi amigo es un boludo, gasto lo mismo que si efectuara la comprobación que mi amigo no es boludo y, en general, se fortifica la amistad.
Maestro... de su teclado salen las verdades como porotos de la chaucha
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