viernes, 25 de diciembre de 2009

Epitafio para el impuntual

Solo dos lo encontraron a tiempo, la vida y la muerte.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Las Fiestas: Estilos familiares y horario de llegada.

En el post anterior, describí someramente algunos de los tópicos necesarios para "organizar" o, mejor expresado, "superar la organización de las Fiestas en relativa paz y armonía". Al decir superar, oriento al amable lector a que sepa que este es un manual de supervivencia y/o escape de estos inevitables acontecimientos.

Ahora me ocuparé de algunos detalles tácticos, definidos los estratégicos anteriores.

Estilos familiares
¿A qué me refiero?
Forma de gobierno de la familia. Puede ser "cultura machista" (va mermando por Buenos Aires), matriarcado antiguo o matriarcado moderno.

Lo de la cultura machista no tiene prácticamente descripción: los hombres por un lado, las mujeres por el otro, los pendejos más chicos con las mujeres, los más grandes con los hombres, pero no todo el tiempo, los adolescentes armando un tercer grupo. Los hombres, el asado y el reparto del alcohol, que normalmente trata de quedarse en su ámbito, las mujeres, todo el resto de la tarea hogareña.

En el matriarcado antiguo, los hombres hacen el asado, pero las mujeres dan todas las órdenes, sutilmente con cara de sacrificada, "Mirá como me ocupo de vos" pero si un hombre indica algo, lo sacan cagando con la mirada. Como este estilo es antiguo, las parejas donde predomina esta cultura dominante son mayores, el hombre cara de resignación o apaga el audífono (Ver El hombre, el matrimonio y la audición, post anterior).
En el matriarcado moderno la cosa es distinta, las mujeres charlan con sus otras coetáneas, dan órdenes a sus esposos y no mueven un dedo durante todo el transcurso de la Fiesta. Ergo, los hombres hacen todo.


En este caso, si sos hombre fuiste, vas a a laburar como un perro hasta que te llegue el Mesías y te libere.


Horario de llegada

¿Sos persona solícita, con vocación de servicio, hábil en algunas de las tareas domésticas y además puntual?

Cagaste, vas temprano y te van a hacer laburar como un negro en la época de la Colonia.
Según la especialidad, te puede tocar:
Ayudante de parrillero: dos posibilidades, foguista y mozo de salón. Como no se superponen, te ganarás el pan con el sudor de tu frente, pecho, panza, ingle, piernas y demases. Si transpirás como un caballo, probablemente zafes de la segunda parte de la tarea, ya que algún delicadito, o delicadita, se encargará de enviar a algún integrante de la joven generación, que no haya entrado francamente en la etapa de rebeldía para que la fuente o fuentes giren por las mesas con las pitanzas que tan, "húmeda" y pacientemente los parrilleros cocinaron.

Si seguís siendo puntual pero medio croto con las tareas hogareñas (Era tan bruto que el agua no la hervía, la quemaba), seguro que te toca la bebida. Si es así, llevá camisa de manga corta o remera porque vas a tener que poner el brazo en el tacho para repartir la bebida fría. Atento a los consumos y a las reservas estratégicas de chupi que deban ser enfriadas. No hay peor manera de terminar una fiesta en la que te mojaste hasta el hombro, te congelaste el brazo hasta el codo, caminaste toda la noche como un peregrino en el Camino de Santiago y tenés el brindis de medianoche con champagne o sidra caliente porque algún piola te afanó botellas o llegaron un montón de amigos, no previsto para dicho brindis. Eso realmente, es un garrón.
El último brindis oficial, porque después ya nadie se acuerda dónde carajo está, tiene que ser un broche de oro, del mismo modo que un buen asador termina con la mejor pieza de la parrilla en su mejor punto. Lo último es lo que queda en la mente del comensal.

Bueno, estas recomendaciones sirven si querés ocuparte de la misma tarea el año próximo, si no querés hacerlo... la sidra y el champagne afuera en la caja de cartón, colocada 15 minutos antes del brindis en el tacho como para que las etiquetas se mojen y pongas cara de "No sé que pasó" al destapar y regar a todas los indeseables de la mesa.

Dentro de la misma línea táctica , el parrillero, saca como último plato el pedazo de vacío mas cuerudo y seco que tenga, diciendo "Una manteca", atento a los comentarios de alguno de los comensales que exprese su sapiencia parrilleril para entregarle cuchilla, chaira y tenedor para el próximo ágape familiar.

Ahora bien, si no pertenecés a ninguna de estas especies tenés que manejar muy bien el

Timing o como llegar adecuadamente para la cenaEn este caso hay que tener un claro panorama del escenario para no llegar ni tan temprano que te hagan laburar, ni tan tarde como para quedar de dorapa o mal con el resto de la familia.

Si el parrillero es puntual y buena onda, podés llegar un poco más temprano y sutilmente quedarte charlando con él, mientras lo tengas hidratado, vas a morfar bien.
Si no tiene buena onda, hay que llegar 30 minutos después de la hora señalada, como para no llegar último pero justo antes de que empiecen a servir.
Si es buffet froid las tácticas son distintas. Ante todo preparen algún plato que no necesite mucho frío, sino que sea fresco, cosa que con un ratito en la heladera de los anfitriones quede digerible. Así podés llegar más tarde o ponés el aire acondicionado del auto a full y te putea toda la flia. cagada de frío o cagada de calor, cagada al fin, en todo caso.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Semana interrumpida

Esta semana tuvo un feriado inamovible el día martes. Tengo una gran duda, esta semana ¿tuvo dos viernes o dos lunes?
El lunes pensé que tenía dos viernes, pero el miércoles, el miércoles, sin duda, fue otro lunes.
¿Y para vos, qué tuvo? ¿Dos lunes o dos viernes?

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Las Fiestas.

- "¿Cómo? ¿Ya es diciembre? No puede ser. Este año de mieeeerrrda... se pasó volando, si ayer era el 9 de julio. No lo puedo creer..., la puta madre. ¿Qué tengo que comprarle los regalos a la bruja de tu madre?. Ni en pedo, no consigo escoba lo suficientemente fuerte como para que se la lleve de una vez por todas a esa vieja podrida."

Si, el año se pasa volando y cada año, siempre un poco más rápido que el anterior. Es decir, más viejo estás, menos sabés donde carajo estás parado y así lo expresa, literalmente, un integrante de la familia.

Si tuviéramos que hacer un manual de instrucciones para el desarrollo en paz y armonía de "Las Fiestas", tarea hercúlea, (Hércules, semidios griego tuvo que cumplir doce tareas titánicas pra pasar al Olimpo, hogar de los dioses), la primera pregunta sería:

1. ¿Qué religión profesás?

Pregunta importante ésta, ya que en una sociedad multiétnica como la nuestra, podés ser cristiano en sus distintas variantes: católico, protestante u ortodoxo; judío, (zafás de una de las fiestas), agnóstico resignado, ateo sociabilizado, inmigrante chino, musulmán, etc.

Solo mencionaré los casos más conocidos.
En el caso de los católicos profesantes, para Navidad, averiguan a que hora es la Misa de Nochebuena, ya que no hay más Misa de Gallo que era siempre a medianoche y no había problema de horarios.
Los que se dicen católicos, pero pisan la parroquia para los bautismos y los casorios son, en general, los que se hacen cargo de la organización de mesas, heladeras, etc. Total, a Misa no van.

Los protestantes son austeros y los ortodoxos, en Argentina, pocos y tienen el calendario corrido.

Si sos de la “cole”, y celebrás el 24, o se te corrió Hanuká o hay algún infiltrado transculturado en la familia, un goyim camuflado.
Año nuevo: celebrás dos veces, septiembre y el 31 de diciembre, total nadie te pide cuentas, alguna ventaja ser paisano tiene que tener...
Ahora bien, si sos agnóstico resignado a juntarte con el resto de la familia, nada puedo decirte, salvo que te encargues de conseguir el hielo y/o prender el fuego y/o ayudar a poner la mesa y/o conseguir mesas y sillas y/o traer con el coche a los integrantes más veteranos de la familia. Es mejor que sea "o" y no tanto "y"

En el caso del ateo socializado, de tanto perder la fe, lo único que le importa es que se morfe bien, haya chupi y algún regalo que te haga pensar que el año próximo va a ser mejor. No sé porque motivo o que mejunje alcohólico es el causante.

Los chinos organizan el autoservicio, ponen ofertas, consiguen vinos y no cierran nunca. Después de ver cuanto facturaron en enero, festejan en febrero su propio año nuevo.


2. ¿Quién viene para Navidad? ¿y para Año Nuevo?

Pregunta filosa, picante dirían por Mendoza, el reparto de las familias, nos juntamos todos, Navidad en lo de mis padres, Año Nuevo con los tuyos o viceversa. Navidad con la familia, año nuevo con amigos, las variantes son muchas y hay que ver cuales son los acuerdos intrafamiliares e interfamiliares. No es moco de pavo. Ya que esto determina el menú, el lugar. Si somos pocos más elaborada la comida y alguna casa fresquita, si somos muchos más sencillo.

3. ¿Dónde nos reunimos?

“-¿Otra vez en casa? Decime una cosa, ¿por qué el boludo ese de tu primo no alquila la quinta para Las Fiestas alguna vez, así nos dejan de joder en casa, aunque mas no sea por un año, carajo? Siempre el 2 de enero, ni siquiera el 1ro, flor de guacho, el cornudo ese.”

Es cierto, hay gente que no colabora... con los demás, pero si con su propia comodidad.
“Se hace el zoncito para empedarse a gusto” decía un hombre de campo hace muchos años.

Para reunirse, es necesario conseguir un espacio amplio, donde el choque de generaciones sea mínimo en especial entre los más veteranos y los más jóvenes, que Los niños puedan correr pero si quieren prender fuego algo, se pueda controlar a tiempo, que haya señal de celular para que los adolescentes grandes y los jóvenes adultos puedan organizar la salida a último momento.
La ubicación geográfica debe ser equilibrada, como para que los solteros se rajen, sin tener que parir porque están en el orto del mundo propio, aunque sea el ombligo del mundo de otro.
Preferentemente, tiene que tener dos heladeras, mínimo y/o parrilla. Si las heladeras son grandes es más fácil acomodar las fuentes, si no lo son, hay que recordarle al “anfitrión que las vaya vaciando” así el 24 y el 31 se embocan el vitel tonne de la tía, la ensalada rusa de la abuela Coca, el sempiterno matambre de tu madre, la lengua a la vinagreta que hace tu hermana (lástima que no se corta ella la lengua así se deja de decir boludeces a toda hora), la ensalada rusa de mi cuñada, las ensaladas, los postres. Todo ubicadito en equilibrio inestable y extrañando la heladera Siam de la Abuela que tiraba frío a cagarse. Esas eran heladeras.

La parrilla tiene una gran ventaja, no hay que acordar el menú, asado es siempre asado y hay para todos los gustos. Eso sí, reservá con tiempo en la carnicería para que después no falten las colesterosas mollejas, ni los corcantes chinchulines, ni la tierna colita de cuadril, ni la sabrosa bondiola, ni el insuperable pechito de cerdo. Si ponés matambre de chochan, cuando estás por servirlo ponele aromáticas varias, es decir orégano, albahaca, tomillo, especies un poco de ají o una provenzal. Si es de la sagrada vaca, ni lo hiervas en leche, ni en agua, en una fuente cubierto con vino blanco, bueno, no seas pijotero, dejalo una hora tiernizándose.
Carbón o leña, parrilla o rueda para la cruz del asador, ya son definiciones avanzadas de parrillero experto que decide por su cuenta.
Ver con que se lo hidrata al parrillero mientras se caga de calor como un infeliz, hay algunos que van con tinto, otros herejes con Coca Cola y algunos superfinos que tiene una botellita de champagne en un balde con hielo cerca de una silla cómoda donde se debe apoyar la cabeza para no desnucarse para el pedo que se agarra cuando ya se relajó porque salió la mayor parte de los tirado arriba de la parrilla.
Eso si, todos ponen para garpar los gastos que morfi, para tantos, sale un huevo.

4. ¿Cómo hacemos con los regalos?

Etapa dificultosa, pensar que cosa a quien, quien va, ¿efectivo o tarjeta?, ¿cada uno por su cuenta? ¿en grupos?. Ni en pedo me agarran, conviene tener un Walker a mano, cosa que un año te cagaste el tobillo derecho, el otro año el pie izquierdo, para el tercer año conseguir uno que te mantenga la pata dura para no tener que hacer nada, puede ser un método eficaz pero caluroso.
Si hay algo que me pone contento es haber sido lo suficientemente sagaz como para explicarles a mis hijos, desde chicos, el verdadero sentido de las fiestas y que Santa Claus no existe. Más veo las colas en los shoppings, más contento me pongo.

5. Las bebidas

Cuidadoso hay que ser para estibarlas correctamente, en recipientes ad hoc, con el hielo bien repartido y con tiempo suficiente para que se enfríe todo. Los tachos deben ser de profundidad media no sea cosa que al tratar de sacar la bebida perdés la circulación en el brazo porque se te patina la puta botella de vidrio, escapándose cual anguila enjabonada. ¿Te acordás de la publicidad de Heineken? Tiene que haber de todo, agua, coca cola, seven up, tónica para los borrachos de origen sajón, champagne, sidra, cerveza y hielo, mucho hielo. Llenar al mediodía para que todo esté bien frío, los chicos se jodan la garganta y no griten durante el transcurso de la velada.

6. ¿Alguien ayuda a limpiar?
Previsión importante ya que además de garpar un montón de cosas, después se te hace de goma el 25 y el 1ro porque estás limpiando como un nabo todo el quilombo organizado por la familia.

En fin, todo sea por la familia unita, aunque, no sé si lo mejor de las fiestas, por suerte, es que son solo una vez por año.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Agujeros negros y triángulos de las Bermudas

No significa que estoy en una vena científica sino que recuerdo definiciones de lugares y sus características a lo largo de mi vida.

Bien sabido es, para los que me conocen, que no soy un dechado de virtudes en lo referido al orden, sobre todo el que corresponde a las cosas.

En uno de los tantos trabajos que realicé, el fax estaba en mi escritorio. No sé porque milagro de la organización, probablemente, por la época en que ello sucedió, mi antecesor en el cargo de Jefe de Ventas lo consideraba un símbolo de status y de poder. Muy lejos de mi estilo, todos enviaban fax cuando se necesitaba. Por lo tanto, mi oficina, salvo reunión con algún cliente, estaba concurrida por algún transitorio operador de fax.

Entre el tiempo de emisión, que era proporcional a la distancia a la que se encontraba el receptor, no sé bien porque tal cosa, pese a mis conocimientos de radicocomunicaciones. Enviar un presupuesto de varias hojas era un hecho fatal gracias a la sempiterna humedad imperante en Buenos Aires. Indefectiblemente, las hojas se pegaban, generando una explosiva interjección y calificativo por parte del operador que entonces debía pasar hoja por hoja para que el fax llegase a destino.

Hoja por hoja, las pilas de papel crecían sobre mi escritorio, junto a faxes en estado de total frustración, ya fuere por tono ocupado, falta de conexión del fax, etc.

Hoja que se apoyaba en el escritorio, desaparecía en el maremagnum de papeles. Lo que a mi responsabilidad correspondía, también se formaban pilas de papeles desafiando a lo que inmensos tratados de estabilidad y administración recomendaban tanto en orden como en el apilado. De ahí surgió el apodo de mi escritorio: el agujero negro. Todo lo que llegaba, no salía.

Distinto es el caso de los triángulos de las Bermudas, bien digo en plural. El mito dice que lo que el triángulo de las Bermudas se morfó, en algún momento lo regurgitará.
Ese mito, según mi humilde entender se reproduce en las habitaciones, mochilas y armarios de nuestros hijos adolescentes.

Desde encontrar, detrás de la cama o debajo de la cómoda, el 10% de las monedas en circulación del país, comunicaciones del colegio, ropa mal guardada, libros incunables de la familia o cualquier otro objeto que desapareció de los lugares que solía frecuentar. No sucede con la ropa ya que existe una visible distribución por tooodo el dormitorio.
Casi, casi... como la política, donde repentinamente aparecen personajes tragados por el Triángulo y que, lamentablemente, éste regurgita.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Ese complejo de estatua

Hay un fenómeno urbano que se dió sobre todo en ciudades con afluencia turística como el de las estatuas vivientes. En Buenos Aires las encontramos en San Telmo, los fines de semana, por la calle Florida y porahí.
Gente, que para mi que soy inquieto, se quedan inexplicablemente quietos o en un estado de austeridad de movimiento increible. Con un maquillaje imitador del bronce o del mármol. Tienen sentido del humor, llaman la atención de chicos y grandes pero hay otro tipo de estatuas vivientes en Buenos Aires, por favor que nadie se sienta discriminado por mención u omisión, ese complejo de estatua que nos rebasa en nuestra calidad de porteños peatones. Describo de todos modos una "capacidad diferente", artilugio idiomático y, porque no, ideólogico supuestamente "polite", diplomático.
La capacidad a la que me refiero es la que mucha gente hace gala, por ejemplo, al pararse en la puerta de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, hablando concentradamente con dos hermosas señoritas en la parte más estrecha de la vereda de Córdoba donde no hay ni un metro de ancho de paso por la boca del Subte y pasan miles de personas a las 2100 hs de cualquier día de semana. Me llama poderosamente la atención la capacidad de aislarse y la concentración en el foco que se pone, ya que impertérritos, imperturbables ,continúan su amable plática en el medio de mesejante quilombo.

Quizás pudiéramos dar otro ejemplo significativo de aquellos personajes que no tienen mejor idea que dudar sobre la dirección que deben tomar dentro de los 30 cm subsiguientes de la finalización de una escalera mecánica de considerable velocidad.
¿No es acaso un signo inequívoco de ese complejo de estatua urbana el que los invade al hacer gala de una duda? , ya que, provocativamente, inducen a producir un empujón bien dado, en algunos casos, un recorrido calificativo de sus ancestros de la concentrada estatua en otros, mientras el resto de los mortales que suben por la misma escalera tratan de ver en que forma pueden pasar sin tirar a la mierda la puta estatua en la salida de la escalera mecánica sin correr el riesgo de matarse y matarla.

Caso aparte es, sin duda, el que se pone en el medio del pasillo del vagón de tren o subte, bien cerquita de la puerta y dejando un enorme blanco entre las filas de asientos y promoviendo un amuchamiento cerca de la puerta, donde no podés ni respirar por el vaho de los transpirados pasajeros.

Tampoco nos olvidemos de los que han tomado por costumbre la de sentarse contra el mamparo en el vagón, muchas veces apoyandose sobre las puertas del vagón.
También están aquellos que con su mejor cara de boludo, plantan una enorme cantidad de bagallos, que parecen más un piquete, por su volumen y molestia, y no dejan de bloquear el paso sin ninguna contemplación o gesto de humanidad y/o sociabilidad hacia el resto de sus compañeros de aventura.

Hermanito, si estás en la puerta y baja medio vagón, corré el culito hasta el andén, colocate al lado de la puerta y esperá que salga toda la gente y después subís tranquilamente, antes que el resto de los futuros mortales pasajeros haga lo propio.
Que estén con un bolso bloqueando el paso porque no queda otra alternativa, lo entiendo, lo que no puedo entender es la cara de soberano boludo que ponen como si ellos no fueran causantes o culpables.

Será posible que no nos preocupemos ni un poquito por los demás, ni prestemos atención al entorno, ni seamos capaces de reaccionar cuando alguien hace una sugerencia de movimiento.
No hay que hacer mucho, es mas bien poquito, tan solo expandir la mirada desde el propio ombligo hasta 3 mts a la redonda dandole bola a nuestros vecinos. Aunque no lo crean, el mundo puede mejorar a partir de ese sencillo gesto.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Toilette de recepción

No sé si será una costumbre solo en la Argentina o si está también difundida en otros países, aquello que se denomina toilette de recepción.
Este toilette de recepción está "pensado" para una visita rápida de algún invitado de la casa o como sanitario de recontra emergencia aguda de algún integrante del grupo familiar.


Sus características notables son:
  1. Se ubica en las proximidades de la recepción de la casa o departamento.
  2. Es el "aprovechamiento de un rincón muerto que no servía para nada", y que sigue del mismo modo, fundamental y especialmente porque no sirve con lo que se ocupará, es decir para baño incompleto, mas que incompleto, diría una refinada obra maestra de la arquitectura del terror que acosa al ocupante ante la magna y frecuentemente urgente tarea a desarrollar en tan ínfimo espacio.
  3. No sé porque motivo oculto el toilette de recepción, quiere ocultar su condición de instalación sanitaria, por medio de una decoración ambigua donde no sabés si estás meando en un baño o en un ropero o vestidor, completo de la familia, ya que:
    En lugar de tener un piso de cerámico, mármol, mosaico de fácil limpieza, el piso es de madera, ya fuese entarugado, ya fuese el viejo y conocido parquet. La perversión del ocultamiento llega al extremo de estar alfombrado (moquette). Es decir un piso imposible de lavar o higienizar salvo que sea a través de un titánico esfuerzo del personal doméstico del hogar en cuestión.
  4. No tengo problemas de altura, mas bien de ancho, pero entro justito, no quiero pensar alguien que supere el 1,70 m. con el cuello torcido apuntando con su mejor equilibrio. no quiero pensar si está en una divertida e hidratada reunión lo que puede suceder.
  5. Ahora bien, si hay tanto detalle, faltan: biblioteca o hemeroteca, cenicero para apoyar el faso, lugar para apoyar el vaso o la copa, extractor de cocina con capacidad suficiente como para que levante un chorizo de la parrilla, no sea cosa que se acumulen los cadáveres de los muertos por el mortal aroma.

No hay caso me adapto a un montón de cosas en esta vida de argentino, desde que me caguen desde una palmera, me cambien las reglas del juego en forma continua y otras mil cosas más, pero eso de mear adentro de un ropero, todavía me puede.

martes, 11 de agosto de 2009

Palomas o cóndores




Siguiendo con mi faceta escatológica testimonial no puedo dejar de mencionar la actividad plumífera en las calles que circundan las proximidades de la estación de tren de Vicente López.
La cercanía con la estación en una zona residencial implica el estacionamiento del vehículo en las calles adyacentes.
Estar ubicado frente a una barrera de tránsito intenso por la mañana de un día de semana obliga a sacar el coche temprano y acomodarlo en una calle adyacente y facilita la expansión del vocabulario de expresiones soeces, entonaciones obscenas, expresiones impacientes, genealogía familiar, observándose la característica que las expresiones más fuertes vienen del mal llamado" sexo débil", valga la paradoja.

Hete aquí que debido a la flora y, cuasi bosque, de la arboleda municipal y privada, convivan calandrias, palomas, gorriones, cotorras, golondrinas y tijeretas en la primavera, algún chimango hambriento y, aunque no ha sido visto, se estima la casi segura presencia de cóndores en la zona.

La certeza de tal hecho proviene de los aciertos de dichas aves sobre el coche, las cagadas de pájaro cubren, en algunos casos, un cuarto de capot o medio parabrisas, por más altos que fuesen los árboles, no puede una paloma cagar en semejante magnitud. Tienen que ser cóndores o albatros.

viernes, 7 de agosto de 2009

¿Quién es el dueño del patio de mi casa?

"Pregunta absurda", dijo uno que siempre se rendía a lo supuestamente obvio: Si el patio es de tu casa, el patio es tuyo.

Claro, simple, lineal en su pensamiento. No sé como sobrevive en la Argentina. ¿Cómo le explico que en casa, el gato del vecino hace lo que se le canta el culo, cagándose, literalmente, en el título de propiedad que pueda yo tener y en otros lugares del patio?
Porque el gato es dueño hasta de mis reacciones, ya que lo quiero hacer cagar de un tiro y no puedo. Gatos que me miran con cara de sorpresa, cuando un día de semana por la tarde, salgo a "su" propiedad y me miran como si yo, si yo, fuera un intruso en mi propiedad. ¿O es de ellos?
¿Y la calandria?
La calandria es claramente dueña del recipiente que junta la grasa del asado y que le encanta comer, metida adentro de la parrilla, que además tiene toldo. Es más, de tan propietaria que se siente, entra a la cocina y al living, se desorienta y me cuesta un huevo sacarla sin que se asuste y cague por ahí.
Evidentemente tengo un sino trágico escatológico con los animales. Animales, que no son mascotas porque en casa no tenemos mascotas deliberada y conscientemente.
La paloma que hizo nido en el ficus y que caga impertérrita desde una rama. El ficus, ese ficus hermoso que invade todo con su explosión verde fulminante por color y por velocidad de crecimiento. Ficus que podamos sistemáticamente al estado de palo, y que luego le salen hojas desde las raíces, al muy hijo de puta.


Cortázar y su "casa tomada", reíte de Cortázar, ojalá esta casa fuera bebida y no tomada.

Ni que hablar del dominio que ejerció un furtivo roedor, o ¿fue una lagartija?, la que invadió el espacio del lavaplatos en la cocina, como extensión del patio, y así como vino, desapareció, ya que la busqué por todas partes y tampoco dejo detritos, signo inequívoco de su presencia y propiedad territorial.

Sin ir más lejos, pasemos al dominio público, y bien cuenta nos daremos de su profunda y extendida privatización.

No tengo duda que los cabrones que se detienen frente a mi casa debido a la barrera, consideran que la calle es de ellos. Aunque existan títulos de propiedad del Municipio y supongo, que debe ser en condominio, porque hay otros conductores que exigen su desalojo a fuerza de bocinazos estentóreos a la mañana cuando tengo ganas de dormir hasta una hora razonable, 7,30hs.

Sería injusto de mi parte no mencionar a los perros, dueños de veredas, bases de árboles, y en algunas zonas de ese metro de ancho desde la acera al centro de la calle, acompañados de sus esclavos que levantan sus deposiciones, en el mejor de los casos en que las levanten, pero no evitan que marquen territorio con sus bien repartidos chorros de orín.

Ni el ejercicio de propiedad que acometen los canillitas (diarieros) que determinan quien me puede traer el diario a casa y quien no.

También la Municipalidad se arroga el derecho a decidir que el árbol del frente de casa no se pode y tenga una rama metida en la ventana, hasta que se me hinchan las pelotas llamando para que lo poden y no me dan ni cinco de bola, entonces, con un machetazo voy cortando todo lo que alcanzo dentro de mi supuesta propiedad privada.

En fin, como pasa siempre, sos “propio otario” para garpar, pero para ejercer derechos, siempre hay algún otro que te presenta sus títulos.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Frase suelta 1

Más de 50 años de vida, 5 lustros casado (con la misma mujer), una hija de 22 y un adolescente varón de 14 hacen que frases, gestos sueltos y expresiones sean signos claros de estados de ánimo, actitud e intenciones, por parte de sus emisores.

Una de las frases que generan todo tipo de alarmas y disparan procesos de desarrollo de paz interior, calma espiritual, un poco de resignación y espíritu de sacrificio es aquella que pronuncia una mujer, como al pasar, que intenta parecer que es pronunciada casi casualmente pero que, para el varón experimentado en la vida en pareja y en familia, tiene una carga de intencionalidad de consecuencias, no voy a decir funestas, pero si significativas y esa frase es: "Estuve pensando".

Estuve pensando, en boca de una mujer es, en muchas parejas, el preámbulo fatídico, fatal de un plan de actividades inimaginadas por el hombre, que, calladito, tenía otras intenciones a las que su pareja declara, casi casualmente. Es la sentencia de muerte de una siestita, o de un ratito en el taller desculando alguna técnica para artesanía, la postergación de la lectura de un libro, la ausencia a una repetición de partido (Ya lo viste, es viejo). Puede ser la sentencia mortal al dolce far niente o al ejercicio intenso del pulgar sobre el control remoto, fortaleza habitualmente inexpugnable en manos de otros integrantes de la familia.

Ser argentino, adulto experimentado conlleva una carga de paciencia, esperanza en que las cosas mejorarán y en una necesaria dosis de resignación de los propios planes por los de otro, a quien uno ama, aunque en esos momentos sea un misterio porque, como muchos dogmas de la fe.

¿Qué varón con cierta antigüedad en la vida en pareja, de esta tierra mía, gaucha, tanguera y absolutamente italiana en esencia, no ha escuchado y sentido sensaciones parecidas a las descriptas interiormente?

Cada uno sale como puede, con ciertas consecuencias a corto, mediano y largo plazo. Piensen como fueron esas consecuencias y cuales son los mejores resultados obtenidos.

El hombre, el matrimonio y la audición

El hombre cuando emprende el camino del matrimonio, va desarrollando distintas capacidades, entre ellas la de la audición selectiva.

Al principio, escucha atentamente a su pareja y contesta, vehementemente, iniciando así un conflicto.

Pasado un tiempo, de matrimonio, por supuesto, hace un esfuerzo (no obtenido) para no contestar y sigue armando disputas.

Se admira de la proverbial memoria de la mujer al recordarle ella, viejas actitudes, viejas decisiones, eternos vicios y terribles consecuencias para la vida matrimonial y familiar por su inadaptada conducta masculina.

Más adelante, el hombre, en el transcurso de su vida en común, al oir a su pareja, evalúa si debe contestar o no, cuales serán las consecuencias por contestar y cuales serán por no contestar, pronuncia un neutral ¡Ajá!, mientras sigue con lo que está haciendo, pensando: ¿qué querrá?.

Más adelante, peinando canas, si es que queda algo en la cabeza (según la opinión de diversos congéneres de su pareja, mujeres todas, por supuesto), siente que le habla, la escucha, la mira fijo o perdido, según mejor se dé y sigue apaciblemente con lo que está haciendo.

Ya en la madurez plena, siente un murmullo familiar, sabe de donde proviene, pero no la escucha.

Después, con su carga de experiencia acumulada en tantos años, apela a las ventajas de la tecnología: cuando ve ciertos signos inequívocos de perorata femenina, lleva su mano hasta su oreja y finalmente, apaga el audífono.