Si al pasar por esta vida
nada de ella mejoré,
no vale la pena que llores
en el día en que me iré.
Si aunque sea un poco,
un ratito, un día te alegré,
ya valió la pena
todo el resto que pasé.
Si así fuera, que ese
recuerdo de mi te queda,
no es con lágrimas de dolor
que quiero me recuerdes.
Volvé a ese momento, en
que mi cometido cumplí,
y en esa sonrisa alegre
presente yo estaré.
domingo, 19 de septiembre de 2010
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