La Muerte le rondaba,
la Muerte lo rodeaba,
giraba, rogaba, seducía,
enredaba.
Entraba, salía y regresaba.
Su mente la acogía.
La Muerte no acompaña,
la Muerte solo te lleva.
¿Adónde?
Adonde tu alma elija.
¿Será por mano tuya?
¿Será por el tiempo?
¿Será por tu cuerpo?
¿Será por otro?
Solo será para
cuando esté dispuesta.
viernes, 2 de septiembre de 2011
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