viernes, 12 de octubre de 2012

Lentes oscuros

Nada mejor que salir por la mañana de tu casa y encontrarte con el auto chocado por algún chorroba que huyó de los inexistentes controles de alcoholemia por falta de presupuesto.
Paga el seguro, si es cierto pero el seguro no te paga el tiempo que perdés entre batea, chapista, inspector y demás requisitos para poner el automóvil en condiciones.
No es nada grave, es ineludible solo que... rompe las pelotas.

Vuelta al tren que administraban los Cirigliano, grandes administradores de patrimonios propios, no ajenos, en el ramal cheto de Buenos Aires, Retiro - Tigre. 
"Esos vagones tienen aire acondicionado", casi totalmente falso, lo que tienen  son paños de vidrio fijos que cuando el equipo de aire acondicionado palma por falta absoluta de mantenimiento impiden toda posibilidad de ventilación natural. Menos trenes, menos frecuencia, más pasajeras y pasajeros que se desmoronan en el vagón hasta la próxima estación donde la/el desmoronado es extendido en uno de los pocos bancos en metros de la estación, mientras viene la ambulancia del área protegida. 

Vuelta al tren, los vagones sucios, llenos de telarañas sucias, ¿dónde carajo estuvieron estos vagones?
Nobles y sacrificados vagones nipones que vinieron en la época de Frondizi y 50 años después siguen funcionando, increible, pero sucios, maltratados, destruídos, abandonados a la buena de Dios junto con sus transitorios habitantes los pasajeros. Empezás a recordar que la ecuación macroeconómica no solo incluía erogaciones del Estado y consumo privado, si no también ahorro e inversión. ¿Ahorro? ¿Inversión? "No se escucha, padre"

La ciudad está cada día más sucia y más rota ¿dónde está la eficiencia de la administración de los empresarios? 
Lo del subte ya pasó, nadie se acuerda más de nada, y el material se deteriora, las incomodidades son mayores pero nadie se hace cargo. "Es de la Ciudad" "No, es de la Nación", lo único que se sabe es que viajar como la mierda todos los días es nuestro. Son tan inútiles en una administración como en la otra: estúpidos, diciendo yo no soy, y la gente se jode y se jode y se jode...

Amo el papel y la sensación de la mano distinguiendo la calidad y tipo de papel del libro que me embagallé en el portafolios para leer en la primera de cambio, pero amo la tecnología que me permite disponer de cientos de libros en un pen drive y/o netbook. Tengo la biblioteca en menos de 500 gramos, con la posibilidad, si me puedo conectar a internet de disponer de millones de archivos en sus mas variadas formas y expresiones.

Hoy me dí un recreo, lei Orsai Nro 1, vengo atrasadísimo pero la bonhomía de el Jorge Casciari me permite disfrutar de ese material en pdf mientras almuerzo en mi escritorio leyendo alguno de los textos. Hoy me mató Barrejón y los guionistas, clarito el hombre, un lujo.


Salgo a caminar desde un poco mas alla del Obelisco hacia Retiro para volver en ese maravilloso convoy deteriorado.
Nadie cobra ticket, la puta Sube, ¿dónde mierda la tengo? Tengo monedas, ni una sola puta máquina las acepta. Antes si no tenias monedas te volvias puto para poder sacar el boleto. La reemplazó la SUBE, otra tarjeta magnética más y van...
Un gomía del laburo, médico él, un tanto depre, parece mentira, los médicos son humanos... o casi. Le pasé el Nro 1 de Orsai en pdf, en 5 minutos le cambió la trucha, me lo agradeció infinitamente. No sé si eso le importará al Jorge y al Chiri, pero el flaco refloreció en su ánimo leyendo las primeras páginas del Nro 1 de ORSAI. ¿Qué más se puede pedir? Viva el Jorge, el Chiri y Orsai entre muchas otras cosas más que nos alimentan el espíritu.


El clima de la calle, pasada la hora pico, se enrarece, chorritos, locas, recicladores o cartoneros, turistas incautos, arrebatadores en bicicleta, fauna de todo tipo que con la fresca salen a pasear sus viciosas virtudes.

¡Carajo! me siento un extraño en mi propia ciudad y eso que recorrí puertos y cielos, ciudades y muelles, aeropuertos, estaciones de tren, países amables y países hostiles. ¿Dónde meto a Buenos Aires? En el culo, no. Es linda ciudad y atractiva, pero en hostiles seguro que si.

Me importan tres huevos las estadísticas. Los números jamás son objetivos porque las pautas de procesamiento pasan por un ser humano. Cagamos otra vez.
Ya es miércoles, pinta que el día va a hacer honor a su nombre. Perdi un tren lpm. ¿Estarán las máquinas funcionando? ¿Estará el infrahumano de la boleteria en su bunker con la radio al mango diciendome que no escucha si el boleto es ida o i/v?


El dia es hermoso pero veo todo gris. ¿Tomé la pastillita verde? Creo que si. Ayer no la tomé y el ánimo estaba por el piso.

Los trenes hechos mierda, la ciudad está sucia, muy sucia. Nadie le interesa vivir en una ciudad limpia. Parezco loco tecleando en la BB todo lo que se me ocurre. ¿Parezco o estoy un poco desbalanceado?

Que no estoy bien, lo tengo claro. Parece mentira lo bien que hace practicar escribir en la BB, cometo menos errores. Ahora veo de donde Myriam tiene esa capacidad. Por supuesto que ahora me equivoque mucho más que siempre.

25 minutos esperando, llego el puto tren. Hasta las bolas vino,  empieza la sesion de sauna movil, sin la posterior ducha reparadora.   Ahí estamos, a esta velocidad no debería haber peligro. A la altura del hipódromo de Palermo, la velocidad es de visita guiada, pasan interminables minutos a paso de hombre cansino y rengo frente al circo ecuestre.   Me mareo y el sueño me vence frente al teclado y en la oficina pese a las horas dormidas 
Pasaron dos días, gracias a Dios es viernes, es un hermoso día, yo, metido en el submarino de 11 pisos de un edificio supuestamente casi inteligente. En un rincón, lejos del exterior,   ¿será bueno estar cerca de la ventana o no?

Lo bueno es que la semana se termina, dos días fuera del Centro, ya son un aliciente. ¿Tomé la pastillita verde?...

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