martes, 11 de agosto de 2009

Palomas o cóndores




Siguiendo con mi faceta escatológica testimonial no puedo dejar de mencionar la actividad plumífera en las calles que circundan las proximidades de la estación de tren de Vicente López.
La cercanía con la estación en una zona residencial implica el estacionamiento del vehículo en las calles adyacentes.
Estar ubicado frente a una barrera de tránsito intenso por la mañana de un día de semana obliga a sacar el coche temprano y acomodarlo en una calle adyacente y facilita la expansión del vocabulario de expresiones soeces, entonaciones obscenas, expresiones impacientes, genealogía familiar, observándose la característica que las expresiones más fuertes vienen del mal llamado" sexo débil", valga la paradoja.

Hete aquí que debido a la flora y, cuasi bosque, de la arboleda municipal y privada, convivan calandrias, palomas, gorriones, cotorras, golondrinas y tijeretas en la primavera, algún chimango hambriento y, aunque no ha sido visto, se estima la casi segura presencia de cóndores en la zona.

La certeza de tal hecho proviene de los aciertos de dichas aves sobre el coche, las cagadas de pájaro cubren, en algunos casos, un cuarto de capot o medio parabrisas, por más altos que fuesen los árboles, no puede una paloma cagar en semejante magnitud. Tienen que ser cóndores o albatros.

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