No sé porque maldito misterio, cada vez que entro en la cocina pienso en dónde me gustaría vivir. La realidad es que en un balance general, me gusta vivir en Buenos Aires. Tampoco sé porque siempre me viene a la mente vivir en Cafayate, lugar encantador, si los hay, en el mundo. No puedo dejar de pensar en esa imagen que tengo de las montañas nevadas en julio vistas desde la playa de estacionamiento de la hostería del ACA en esa localidad. El cielo cristalino, la fresca mañana, eran una combinación majestuosa, pero me gusta Buenos Aires... No me banco el Centro, ni Belgrano, no hablemos de Caballito, que para mi está lejos de todo porque es imposible circular. Amo mi Vicente López y agradezco a Nieto Senetiner que me permite soltarme, en mente y manos, para escribir, fluidamente, lo que siento, no solo en este momento, si no cada mañana cuando voy a preparar el desayuno, momento en el que estoy "high spirit" aunque sea lunes.
¡Ay, Dios mío!, me dicen que el trabajo dignifica, pero mi espíritu significa que hay tantas cosas más interesantes y más divertidas para hacer con prioridad. Trabajar y cobrar mi salario es lo que permite que nos comuniquemos, mi mecenas porque me permite pagar Internet, que es el medio por el que nos conectamos, Uds. lectores, conmigo, mero martillador de teclas buscando un significado.
¡Viva Enero! único mes del año donde Beunos Aires es más humano.
sábado, 4 de enero de 2014
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Pancho querido, vida hay una sola para hacer todo lo que uno quiere. Entre esas opciones está la de vivir y amanecer todos los días donde uno quiere, en tu caso Salta “la linda”.
ResponderEliminarYo siendo cordobés no puedo negar todas las bellezas de mi provincia, ni hablar de cuanto extraño la humorada natural de mi gente. Pero a mí en particular, Córdoba nunca me trató muy bien y me por esas cosas me vi obligado a emigrar a esta Buenos Aires que me recibió con los brazos abiertos y me regaló 22 años de hermosos recuerdos, por lo que a estar altura me siento un porteño más y a Córdoba apenas la visito un par de veces al año nada más.
Pero lo que siento últimamente, es que hay algo que contaminó todo nuestro país. Como sociedad decrecimos a lo más bajo, nuestra intolerancia y la violencia ya son moneda corriente y no creo que haya rincón de nuestro país que escape de eso.
Vos correctamente decís que el trabajo dignifica, pero acá, para tener mínimamente una status de vida aceptable, implica que ambos trabajen 12 horas por días para apenas mantenerte. Y cada vez nos tenemos que conformar con menos, porque si miramos alrededor, tenemos que dar las gracias a Dios porque tal o cual cosa a nosotros no nos paso.
Vivir en la Argentina, o mejor dicho “sobrevivir” no es lo que merecemos las personas de bien. Por eso me hierve la sangre cuando algunos hablan de “Década Ganada” y por más que me esfuerzo en entenderlos, no sé en que país viven todos ellos.
Perdón por el palo, pero vos y yo, a pesar de todas estas cosas, nos vamos a levantar cada día para seguirla remando y esperando que este año “14” (el borracho), y ya que mensionaste a Nieto Senetiner ojalá también inspire a los responsables y conductores de nuestra nación para que nos pongan de pie, nos devuelvan la justicia, la paz, la seguridad y la esperanza que nos robaron o también tienen encerradas en una bóveda del sur.-