No volví a olvidarme, ni de Uds. ni de muchas experiencias.
Al contrario, estaba rodeado,
tan rodeado como una fuerza paracaidista en su rol de combate pleno.
Recuerdos latentes, subconscientes, comparaciones de vida, de compromisos y valores.
Estaba aferrado y la pelea fue continua toda la semana pasada.
El combate se materializa en angustia, en ganas de llorar que no se concretan y que atrapa una frustración por lo no hecho antes y ahora.
Espasmos, fuertes espasmos que te voltean por el dolor y que, a veces, solo se soluciona durmiendo,
es decir perdiendo conciencia de ellos.
Fue una pelea dura y que,
repentinamente, se detuvo.
Si, son los mismos recuerdos los que no me permitieron escribir sobre ellos.
¿Tendrán el temor de desaparecer?
¿Será que cerrar un círculo de vida pasada los llevará a la extinción?
¿No será que si el círculo se cierra, los recuerdos evolucionen y
se transformen en algo presente en la vida pero de mejores consecuencias?
¿Necesitarán generar un daño para justificar su presencia?
Espero que no.
lunes, 19 de octubre de 2015
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